Aunque desde algunas provincias envan seales negativas y amenazan persecucin tributaria, por el momento es una fantasa, el CEDIN est los suficientemente protegido.
Aunque las reglas sobre el uso del CEDIN son claras, más bien simples, en el imaginario se relaciona la operatoria con la persecución fiscal.
Con un monto de operaciones por 4,5 millones en CEDIN, la herramienta hace su debut, con ciertas sombras sin confirmación ni sostén.
Obviamente la operación más difundida es la de plantear desconfianza en el modelo elegido por el gobierno para descontracturar el sector inmobiliario.
El principal enigma es qué gana el gobierno con la propuesta, ese vacío no parece tener respuesta, de manera que los suspicaces envían señales que hacen que el mercado no avance en operaciones como cabía esperar.
Ninguna recuperación fue instantánea, de manera que las especulaciones al respecto son infundadas.
Hay argumentos que el ingreso de dólares del CEDIN, que en la primera semana de operaciones se estimó en un millón de dólares, y aumentando en compromisos futuros, se reconvirtió en dólares inmediatamente, tal como se prometió desde el anuncio del instrumento.
La única diferencia es el blanqueo de capitales, ya que con ese procedimiento, mismos dólares que estaban invisibles, ahora son visibles, pero hay una gran diferencia: ahora se sabe que existen, no son una especulación.
Para evitar los rumores, la institución AFIP, hizo declaraciones asegurando que no hay instrumento jurídico que permita el reclamo del origen del dinero, por lo tanto no es punible de tributo alguno.
El hecho no sólo es un discurso, en la práctica, no hay como saber el origen, ya que la compra misma del CEDIN está protegida, la inmunidad tributaria es una característica de la operatoria del propio instrumento.
En la medida en que la población va incorporando esta certeza, las operaciones comprometidas para el futuro van en aumento.
Las inmobiliarias desarrolladoras, como la inmobiliaria Mazzei Propiedades, se muestran confiadas en que el nuevo instrumento está lo suficientemente bien elaborado para que las operaciones inmobiliarias se realicen sin el fantasma de la persecución tributaria.
La ley que implementó este blanqueo, exime explícitamente del pago de Ganancias y demás impuestos nacionales y aunque los tributos provinciales no está exentos, el cobro de estos impuestos implica un conocimiento del origen del dinero, y al no existir tal cosa, la operatoria para lleva a cabo un reclamo está viciada por la ausencia del factor determinante del cobro: el origen del dinero.
El cobro por ese lado, no es posible, se anula por sí mismo, además de protegido por confidencialidad.
En el particular, como no hay investigación posible, los fondos que se declarase, podrían informarse como de herencia, premios, ventas, donaciones, lo que fuera, con fecha anterior a 2003, y quedarían complemente exentos de cualquier tributo provincial, ya que el reclamo impositivo provincial prescriben en 10 años, siempre que no exista un reclamo durante ese tiempo.
Pero los reclamos sobre montos que no se sabe que existen, tampoco existen, de manera que no hay razón para que haya inquietud respecto al uso del CEDIN.
Especialmente en capital, las limitaciones son mayores, ya que profesionales y otras actividades están exentas de ingresos brutos.
No deja de ser notorio que las provincias que no apoyan al gobierno Nacional son las que trasmiten la inseguridad, indicando que seguirá de cerca a los contribuyentes que participen del blanqueo.
Sin embargo, tales amenazas no tienen importancia, ya que así como no hay que declara de dónde proviene el dinero, tampoco hay por qué preocuparse por en dónde se declara, el instrumento está los suficientemente protegido como para que no se pueda abusar de sus condiciones.
